Una de las preguntas recurrentes a la hora de tratar sobre las situaciones de vulnerabilidad en Argentina es acerca de cómo mide el INDEC la pobreza.
La metodología general de cálculo utilizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos es la llamada línea de pobreza y línea de indigencia.
En términos generales, este concepto procura establecer si los hogares cuentan con ingresos suficientes como para cubrir una canasta básica de alimentos (CBA). Esta debe satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas para el hogar. De esta manera, los hogares que no superan esa línea, son considerados indigentes.
Al respecto, la CBA se determina por los hábitos de consumo de la población definida como población de referencia. Dicha población es extraída de los resultados de la Encuesta de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGHo). Asimismo, se toman en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para esa población.
En resumen, la medición de la pobreza con el método de línea de pobreza consiste en establecer si los hogares tienen capacidad de satisfacer necesidades alimentarias y no alimentarias consideradas esenciales. Para ello se toman en cuenta los ingresos de los hogares y su poder adquisitivo.
Por otra parte, para calcular la línea de pobreza es necesario ampliar la CBA con la inclusión de bienes y servicios no alimentarios. Estos son: Vestimenta, transporte, educación, salud, entre otros. Cuando esto ocurre, se obtiene el valor de la canasta básica total (CBT).
La noción de adultos equivalentes para medir la pobreza en hogares
Una vez establecidos los componentes de la CBA, se los valoriza con los precios relevados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Dado que los requerimientos nutricionales son diferentes según la edad, el sexo y la actividad de las personas, es necesario hacer una adecuación que refleje las características de cada individuo en relación con esas variables.
Para ello se toma como unidad de referencia al varón adulto de 30 a 60 años, con actividad moderada. A esta unidad de referencia se la denomina adulto equivalente, y se le asigna un valor igual a uno.
La composición de cada hogar en adultos equivalentes determina un valor de CBA específico para ese hogar.
Sobre la canasta básica total
Para ampliar o expandir el valor de la CBA se utiliza el coeficiente de Engel (CdE). Este se define como la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia. En este caso, la población es la que surge de la ENGHo 2004/05.
En cada período, el CdE se actualiza por el cambio en el precio relativo de los alimentos respecto de los demás bienes y servicios. Así se actualizan los montos de gasto alimentario y total del período base, considerando las mismas cantidades de consumo. Para esto se toman los precios relevados por el IPC, tomando en cuenta la estructura de gastos específica de la población de referencia.
Finalmente, para expandir el valor de la CBA, se multiplica su valor por la inversa del coeficiente de Engel.